No me sigas perro,
ya no tengo aquellas dulces caricias.
No me mires,
se me esfumaron las inocencias.
No tendrás en un plato,
mas que mis amarguras,
nada de sal,
nada de azúcar,
mi carne caída de años,
sopa de mis lágrimas.
No me sigas.
No quiero descargar en vos,
mis decepciones.
Darte un hueco infinito,
de calidez fingida.
Quedate en tus veredas.
Quizá alguna hembra te comprenda.
Yo giraré la llave.
Y me acordaré de tu soledad.
2001
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario