Farfullé improperios a los mosquitos,
que habían arponeado mi espalda.
Puse la trampera para la rata,
que me había mordido el pulgar derecho.
Haché el arbusto de ajíes puta parió,
que me habían ardido los labios.
Maldije a las estrellas,
por haberse enturbiado en mi retina.
Yo estaba confundido.
Fue aquella primera noche,
que escondido bajo cobijas,
no tuve las dunas de tu espalda.
2004
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
dunas, dunas... esa palabra siempre me ha gustao
bueno, ando seca en too, pero me ha gustao leerte (éste no lo había leído)
señor criscam somos de corrientes y siempre pasamos a leerlo, porfavor actualice con mas frecuencia.
sus incondicionales lectoras.
Ori, mi princesa maya:
Bueno sí, hay mucha cosa escrita por ahí, digamos en una voluta magnética, que por acá no está.
disculpá nena, o disculpa chica...
que no te haya respondido antes, ni haya pasado por tu blog, la facu me tiene sin tiempos.
Laura y Natalia:
Hago un parate y les respondo.
Tengo algunos poemas escritos mas, no sabiendo la temática que les gusta, voy a pegar dos o tres de diversos "colores".
Muchas gracias por leer.
Publicar un comentario