20 de septiembre de 2009

¿Y que del borde de tu espalda?

¿Y que del borde de tu espalda?

¿Qué sustancia sostiene la insostenible
levedad de tus ojos melancólicos?

Remembranzas.
Recuerdos de un futuro
no acaecido.
Espátulas de cuadros
descascarados.

La vorágine incontenible
de tus labios húmedos.
La sublime viscosidad
de un alma en espera.
Morder tu espalda,
¿me dará un mapa de abejas?

Soñar con tu aliento corriéndose
por mi oído,
apenas, creo,
una diadema de una escala de piano.

Si la yema que sostiene el bolígrafo
se deslizara por tu escápula!

No hay tinta indeleble
que manche la comisura de mi ansiedad.

Sólo suponer que la blancura
de este papel sea bendecida
por un beso de tu boca,
una caricia de tus pechos...
una gota de tu orgasmo.



(inconcluso)
2004

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