19 de octubre de 2008

Números huecos

En la vidriera hay un gordo
con un habano, un Rolex y una mina
desmechada o despechada
o despeinada o desmallada, no sé.
Guardate el habano y el flor de relosss.
La mina, si fuma habanos lo tendría que pensar.

Pero mis amigas, de las otras,
que se lo hacen a su naboleti sin lotoquinesis,
saben que me van más un par de pupilas
que ocho kilos de tetas.

10 dígitos, justo igual que los de mis manos,
que te dividen, te restan, te mutilan,
te ortonormalizan, te declinan.
Sos de arriba o sos de abajo.
Marca de sumisión o sodomización.
Tener o no tener, dijo, Shakestamo.

Con 10 palos,
¿cuántos sándwiches de salame
se le podrían dar a los pibes
que revuelven los contenedores de Macri
en busca de Milkas vencidos
ya mordisqueados por los Rottweilers
cuyos dueños piensan que el colesterol
les puede hacer daño?

Digo, porque si te lo regalan,
sin obligación de compra,
debe ser porque sobra
y si sobra es porque alguno los afanó.

Algo así como:
fume que es perjudicial para la salud.
Ah, claro, no puedo llegar tarde,
mis zapatillas apuran,
otra marquesina.

Dos números para localizarme en el mapa,
tres en el universo,
cuatro en el espacio-tiempo.
El índice Dow Jones me deja sin palabras.
"lalalí io iiio aiaiaaiiiioia" diría don Vicente.

El panóptico viene con el billete de One Dollar.
Y yo con ganas de gritar.
Porque gritamos los impotentes, digo,
quienes no podemos agarrar,
deficiencia de adrenalina
antes que de testosterona,
un palo para mostrarnos al mundo,
por lo que los dueños de los verdes terminan empalándonos como inmundos.
Ni Greenpeace, Tarzán, ni Shaka Zulu nos salva.

Los Mayas y los Aztecas, dicen,
fueron primeros en llegar a una verdad
el cero. La nada.
Sólo si la nada te divide llegás a ser infinito.
No, nada de metafísica.
Esa psicosis, por Zeus, ya fue.
Es que me vengo a enterar,
y mierda que tarde,
que lo absolutamente grande
está en la pequeñez de un parpadeo.

Como la aprobada paranoica hipocresia social:
si me llevo a una nena de 12 años a mi casa, para darle de comer y una educación, seré acusado de paidofilia y estrupro. Pero si cierro los ojos y la nena, que ya muestra sus tetitas, es abducida a un bunker proxeneta, nadie objetará, porque nadie lo verá, el summum de la felicidad ciudadana, que yo me olvide de los libros, ollas, sartenes y Blanca Cotta y desarme su cuerpito amenarcado.

Como dijo aquel anciano:
"el camino mas largo comienza por el primer paso"

Quizá esta suerte de huecos inconexos
pertenezcan al dominio de alguna función trascendente
y este interruptus signifique algo.

2008

2 comentarios:

Alba Cecilia Curia dijo...

Hola. amigo!!!
Gracias por pasar por mi blogg, y por tus bellas palabras!!!
Vaya un fuerte abrazo cibernetico para ti!!!

Cris Cam dijo...

Ceci:

Las ausencias (Salvador, Lissete, Natalia, etc., etc.) eran porque siempre uno se olvida de alguno, aunque lo tenga a la derecha del mate.

Me quedo con lo que decís en el homenaje a Rosa: "Yo soy escritora".
Afuera, cuando tengo que explicar qué era eso, siempre caigo en el mismo lugar común, que estaba rodeado de cuatro escritoras excepcionales y es extraño saber que en el resto del afuera no podré, al menos yo, encontrar semejante nivel.

Un abrazo, fuerte-fuerte.
Te quiero.