6 de octubre de 2008

Tenés

Tenés

A Rosa

Tenés una paz etérea,
un cuerpo frágil; casi imperceptible.
Tenés una fuerza intensa,
un espíritu calmo, casi inflamado.

Tenés un nombre simple,
un cristal de pétalos, casi aromático.
Y yo, herido de mis caídas,
con las manos vacías, sin saber si tengo.

Te siento pasar suave,
con paso cadente, casi un vuelo de ángel.
Te siento hablar tibia,
con verbo firme, casi una arenga vital.

Te siento pensar sabia;
con palabras pastel, casi una oración.
Y yo, con el corazón partido;
los ojos dolidos; sin saber si siento.

No existen las hojas de otoño,
en tu eterna juventud; casi infantil,
no existe el tiempo;
con tu serena belleza, casi virginal.

No existe el consumo,
en tu refugio de luna, casi un edén.
Y yo, inestable, indeciso,
sin un regazo de cobijo; sin saber si existe.

¡Ay! Que no puedo escapar,
de mi cárcel de sentimientos.
¡Ay! Que no sé a quien amo,
quien compañero o amigo.
¡Ay! Que al morir el amor que me cegaba,
no sé si decir un simple: ¡Te quiero!

1996

No hay comentarios: