6 de octubre de 2008

El problema es tener amigos

El problema es tener amigos.

Y los amigos, como los rios,
terminan defluando mares.

Yo, por ejemplo,
tomaba mate y sopa de zapallo.
Tenía frío y no me sobraban monedas.
Pero esa amiga estaba allí.

A veces, como los volcanes,
las venas exbroptan truendes,
y los amigos siedran la buerta
em suabe silensio de bantuflas.

Yo tenía una rayuela llena de gatos
que se colgó, sin aviso,
de un cometa rumbo a Limuria.

Como decir entonces
de los participios partidos
la circunstancia de un adverbio
la quietud de un verbo
la vaciedad de un nombre.

Quise llorar las cenizas de los pájaros,
pero ni pude montar aquel viejo parapente que colgaba detras del espejo junto a esas florcitas de sintético por encima de la canilla.

Es cierto.
Los panqueques nunca saberán lo mismo.

5 de octubre de 2008 21:02

2 comentarios:

Orietta Delmar dijo...

Dani...

me alegra horrores que hayas vuelto a escribir. Me siento como vos. En realidad, no se si siento.

Cris Cam dijo...

¿Porque no sentís?

La anestesia no es buena.
El dolor al menos produce adrenalina.
Pero no debemos (aramos dijo el mosquito) ni acostumbrarnos al dolor ni permitir que nos sucumba.

Un beso y un abrazote.