1 de noviembre de 2008

Frescura

¡Sonreí!,
Que no te roben la alegría, esos,
que sólo escuchan bips,
que sólo tocan teclas,
que sólo miran papeles.

¡Soña!,
Que no te quiten la frescura, esos,
que sólo creen en Mammón,
que sólo piensan en Dólar,
que sólo hablan de Tarjetas.

Esos,
no leen curriculums,
de quienes ansían ser felices,
y pueden irse volando tras una nube,
¡ Es absolutamente ineficiente!

Esos.
Terminan buscando cuerpos,
desechando almas.
Admirando sarcasmos,
despreciando verdades.
Elevando a Maquiavelo,
arrastrando al Quijote.

¡ Que no te venzan!.

Que no se vea en tus ojos claros,
la duda de tu destino,
el enojo de tu presente.

¡ Que no te quiebren!.

Que no se oiga de tus labios tibios,
la desazón de tu vientre,
en palabras deformes.

Mas bien, diría.
Levantá la frente,
erguí los pechos,
apretá los puños.

Para ver el cielo,
para esperar príncipes,
para empuñar rosas.

Y no es por vos, que aún,
desbordás adrenalina,
dibujás corazones,
perfumás de estrógeno,
escribís afirmaciones.

Mas bien, por nosotros, que,
nos quebraron la espalda,
nos borraron el futuro,
nos quitaron la esperanza.

Que buscamos túneles oscuros,
donde gritar el fracaso.
Paredes sucias,
donde golpear la impotencia.
Neones extraños,
donde mendigar lujuria.

Ahora,
¡Clamamos tu Venganza!

Que no es de sangre violenta,
que no es de verbo furioso,
sino de Sonrisa y Frescura.

Sonreí y refrescanos el alma.


1998

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